Benjamin es un niño extraordinario y especial, ahora tiene siete años y medio, tiene Sindrome de Down. Posee una familia que lo quiere más que a nada en el mundo. Es hijo único, esta en el colegio Pierrot de La Serena en primero básico.

lunes, 11 de agosto de 2008

Ropa Usada

Cristián Warnken
Jueves 07 de Agosto de 2008
Ropa usada

Yamuna cree en la reencarnación y en Krishna, y vende ropa usada. Desde que lo conocí, ya no compro mis prendas de vestir en las tiendas: él aparece como un "avatar" en mi casa, con dos bolsos, de los que salen chaquetas, pantalones, chalecos de todos los tipos y tallas. Y salen y salen de esas bolsas que se ven pequeñas, pero en las que parece caber toda la ropa usada del mundo, como si no tuvieran fondo.

Yamuna cree en la reencarnación, y cada vez que viene aprendo algo más del hinduismo, tal vez la religión más antigua del mundo, y mientras me pruebo las chaquetas de cuero que siempre me quedan cortas de mangas, siento que soy por un momento Arjuna, al que Krishna viene a decir lo que hay que hacer en el campo de batalla.

Yamuna sonríe cada vez que me habla de la muerte, la reencarnación, el dolor, y no me extraña: alguien dijo una vez que el dios que vendrá será un dios que ría y baile.

Yamuna cree que el cuerpo es sólo una morada pasajera, la cáscara que botaremos cuando superemos nuestros karmas, cuando evolucionemos, cuando aprendamos en esta escuela -la vida- que fue regalada a nuestra alma.

Yamuna ríe cuando le muestro el hermoso chaleco que escogí y en el que no quepo.
A veces siento que toda esta ropa usada por otros muestra de verdad lo que son nuestros cuerpos: ropa que, al usarse, se botará, para que la recoja otro en otra vida. ¿Para qué esmerarse en tener ropa nueva y bella, si nosotros seremos los primeros en caducar, antes que los impermeables, las chaquetas, los zapatos, que nos sobrevivirán?

Pienso en todos los que se habrán ido y habrán usado estos pantalones que me pruebo, en los muertos que nadie recuerda y cuya intimidad yo invado cada vez que compro una prenda de vestir a Yamuna. Y empiezo a entender y a gustar de esa provisionalidad, a saber que todo, la ropa que vestimos, las cosas que usamos, nosotros mismos, seremos pasados a otros, en una posta infinita, en la que lo nuevo será irrisorio, y lo usado, un valor. Un mundo de canje, trueque, un mundo donde todo será reciclado, porque hasta nuestros cuerpos serán reciclados por la tierra, y la tierra, reciclada en el cosmos. Es cosa de ver una supernova, su explosión fulgurante que regala carbono, hidrógeno, materia para que se formen otras estrellas. Porque así nacimos, nuestro planeta y nosotros: de un reciclaje infinito de polvo de estrellas.

Yamuna lleva el "Bhagavad Gita" en su bolso, uno de los libros más bellos jamás escritos. Cada vez que lo lee, caigo en trance y cierro los ojos, y huelo incienso que embriaga, y al probarme una hermosa camisa casi nueva, siento que yo y la camisa y Yamuna y todo lo que nos rodea desaparecerá en una danza, al final de la cual aprenderemos que la realidad es ilusión.

¿Y el amor, y los lazos, y lo que nos ata a la tierra? Puro apego. Eso me repite Yamuna: apego que esconde el verdadero rostro del verdadero amor. Me cuenta la historia de un rey que era muy solo y pidió a un dios tener un hijo, y se le dijo que al tenerlo, conocería el amor, pero también el dolor, porque el amor es apego y apego da dolor. El hijo llegó, él lo crió, le dio todo... pero el niño murió, y el hombre cayó en una honda desesperación y se convirtió en un vagabundo.

Hasta que los dioses le pidieron al alma del niño que volviera a calmar a su padre. "¿Cuál padre?" -preguntó el niño-. Había olvi-dado al último de entre muchos padres que había tenido en sucesivas reencarnaciones.

Yamuna sonríe, con dulzura. Lo miro y pienso: ¿De dónde saca toda esta ropa Yamuna? Y si él es otro, ¿quién es de verdad Yamuna? ¿Será tal vez la reencarnación del mismo rey del cuento, el que perdió al hijo? Me despido de él, cierra sus bolsos sin fondo, y no sé si volverá de nuevo, o en otra forma, o en otro universo. Me vuelvo a probar mi hermosa y vieja chaqueta "nueva" frente al espejo, me miro, y me pregunto: "Pero, ¿quién eres tú, quién eres, con esa chaqueta que fue de otro, en un espejo que sólo muestra el reflejo de una ilusión?".

lunes, 14 de julio de 2008

BENJAMIN EN COCHIGUAZ.

BENJAMIN EN COCHIGUAZ
ESTOY BUSCANDO A MI PAPI
MOMENTO DE FURIA
BAILANDO PARA HACER GRACIAS
ESA ES LA VIDA QUE QUIERO PARA TI.
ALVARITO HIJO DE VIOLETA
ALVARITO HIJO DE VIOLETA
VIOLETA, ATRAGANTADA COMIENDO
BENJAMIN JUGANDO EN EL REMANSO.
PIPITON.

jueves, 10 de julio de 2008

Primera vez

Cristián Warnken
Jueves 10 de Julio de 2008
Primera vez

Mateo: eres el último en nuestra familia en haber llegado aquí. Y por eso te celebro. Un año y medio sobre la tierra. Y en ti celebro a todos los que todavía estamos. Ninguno de nosotros sabemos cuánto estaremos aquí. "Aquí", "ahora", ¡qué palabras tan gastadas, qué palabras tan nuevas! Nos hemos ido yendo de aquí, de a poco, como todas las familias de la tierra. ¿Nadie, nunca, podrá sacar la foto familiar donde quepan todos, los que se fueron y los que se irán? ¿Cómo celebrar, entonces?
Celebrar es mirarte cuando duermes y saber que eres primera vez. Lo dijo el poeta, mi maestro de la extrañeza. El que, mirando a su amada, le dijo "Eres primera vez", también se fue de "aquí". Yo, mirándote, soy primera vez. Todos somos primera vez. ¡Si supiéramos ser siempre primera vez, si supiéramos...!
Los que se fueron, ¿saben lo que es estar aquí? Tal vez ya no lo sepan, tal vez lo olvidaron. Nosotros tampoco sabemos lo que es no estar "aquí" y "ahora". Y olvidamos de donde veníamos. ¿Tendrán los que partieron nostalgia de nosotros, como nosotros de ellos? ¿Recordarán la lluvia? ¿Mirarán detrás de las ventanas al caer la tarde nuestras sombras moverse en la casa? ¿Nos buscarán, necesitarán un poco de nuestro calor? ¿O somos sólo nosotros los que penan, los que buscan como fantasmas a los que se han ido?
Aquí. Ahora. Ser esto que se consume y apaga, vela encendida como milagro en la noche.
¿Habrá otros "aquí" y "ahora"? Tal vez no. Quizás la eternidad sea la ausencia de un aquí y un ahora.
¿Y la nada? La nada sabe de nosotros más que nosotros de ella. Y, entonces, ¿nos aferraremos a este estar aquí, ahora, respirando? ¿O habrá que saber perder, y desprenderse de lo único cierto que tenemos: este presente rodeado de ausencia?
Mateo, "cototudo", "lorilota", "chicha fresca", el último en haber llegado aquí. Cierro los ojos y veo a tu hermano mayor Benjamín, esa "primera" vez junto al farol del cerro Santa Lucía, hace más de 20 años. ¿Recuerda él, ahora, esa primera vez?
No puedo ofrecerte sino esto que es fugaz, esto que será tu vida, película muda en cámara rápida. Somos los cómicos de un "gag" imposible. Pero hay alguien, un otro en nosotros que anhela eternidad: ese intruso en nuestro ser fugaz se resiste y trata de traspasar el aire que nos rodea, como si se pudiese descorrer el velo, develar el guión oculto.
Pero no se puede, y siempre que lo intentamos, tropezamos como "extras" de una comedia ridícula. Eres sólo aquí y ahora. Por ahora. Lo demás es silencio, ignorancia.
No hay más, aquí. Y ya es mucho, hijo. Respirar, ser, abrir una puerta. No podemos fugarnos, nadie conoce la salida. ¿Valía la pena venir aquí? Hijo vertiginoso: estamos en el aire, no hay tierra firme, flotamos sobre lo incierto. Siempre pediremos un día más, como los condenados, y se nos dirá que cada día que se nos dio fue de más, que antes de estar aquí ni siquiera éramos una posibilidad.
Hijo mío, el más pequeño de los que estamos aquí sobre la tierra: te miro y no quiero que salgas de mis brazos cansados de aferrar, pero tendré que soltarte, para que corras hacia el jardín, para que devores el mundo. Entonces me sentaré en un rincón a ver como corres. Y sabré que, para que estuvieras aquí y ahora, tenía que ser así: puro perderte. Amarte es perderte. Tu libertad flamea sobre mi pobre cabeza. Te perdí desde que te amé. Desde que lanzamos la azarosa semilla al futuro, sin saber que tú vendrías. Cuando lloraste la primera vez, yo reía. Ahora tú ríes, presente lanzado a todos los puntos cardinales de la tierra. Mateo: ¡no dejes de ser nunca -en cualquier edad- primera vez, para que yo siga siendo primera vez!
El viento silba en el patio, una mujer cruza la calle con toda su belleza y soledad a cuestas, humea un café en la mesa vacía, una paloma, y tú corriendo tras ella. ¡Primera vez!

jueves, 12 de junio de 2008

Pipiton
Este Soy Yo
Ignacia y Pipiton
La Nona
Ignacia

Perdidos

Me tomo la libertad de publicar nuevamente una carta de Cristián Warnken, porque me ha llegado demasiado la perdida de Clemente y nadie està libre de los accidentes.

Me pasara a mì no tendria la entereza de seguir viviendo, porque yo vivo por y para mì hijo.

Jueves 12 de Junio de 2008
El Mercurio.

Perdidos

Una estrella sobre dos líneas dibujadas sobre la página en blanco, un paisaje vacío, triste y dulce. Es la penúltima página de "El Principito", de Antoine de Saint-Exupéry. El autor escribe en la página que enfrenta a esa acuarela minimalista: "Éste es, para mí, el más bello y el más triste paisaje del mundo. Es el mismo paisaje de la página precedente (...), es aquí donde el Principito apareció sobre la tierra y después desapareció. Observen atentamente este paisaje, para estar seguros de reconocerlo si viajan algún día a África, en el desierto. Y, si les toca pasar por ahí, les suplico, no se apuren. ¡Esperen un poco a que aparezca la estrella! ¡Si entonces un niño se les acerca, si ríe, si tiene los cabellos de oro, si no responde cuando uno lo interroga, ustedes adivinarán quién es! ¡Sean, por favor, gentiles con él! No me dejen en esta tristeza: escríbanme contando que él ha vuelto".

Releo ese final del libro, que leí por primera vez cuando tenía 10 años. No es lo mismo leerlo a esa edad, a los 20, 30 o 40. No es lo mismo leerlo después de haber perdido un hijo que era como el Principito, pero más pequeño aún. No conoce el mundo el que no ha perdido un niño así, en el desierto. No son lo mismo el cielo y la tierra y los paisajes, cuando un niño Principito que corría por ellos ya no está.

Esos principitos nos visitan cada cierto tiempo, y así como llegan, se van. Su estadía es tan breve, que no alcanzamos siquiera a darles las gracias. Y, en su ausencia, "toda luna es atroz, y todo sol amargo". El verso es de Rimbaud, un niño salvaje, que abandonó la poesía para siempre al terminar su infancia, para irse a África, como un día el Principito abandonó a Saint-Exupéry en África.

¿Se van estos niños, estrellas fugaces, para que nosotros, en ese vacío que deja su ausencia, miremos el mundo en toda su desnudez, en su insoportable carencia? Talvez haya una gran ausencia en el fondo de la creación. La ausencia de un niño. La ausencia de una infancia. Por eso, tres viajeros venidos de Oriente -bajo otra estrella y en otro desierto- fueron a visitar a un niño hace ya miles de años. ¿Quién era ese niño, que se le perdió a la madre un día, para dejar de ser sólo su hijo? No lo sabemos, porque aún no lo hemos encontrado.

Muchos de nosotros matamos al Principito que fuimos por miedo y aburrimiento. Todos los niños mueren al empezar la adolescencia. Los que sobreviven a ese infanticidio -en el que nosotros somos nuestros propios Herodes- son los que mantienen un brillo en la mirada incluso en la edad razonable. Por un puñado de ésos que exista, el mundo no se desintegra ni se cae a pedazos. Pero hay momentos en la historia en que la mirada empieza a envejecer, y entonces un niño estrella llega al mundo para lavar nuestros pensamientos.

En un desierto de África, a Saint-Exupéry se le apareció un niño. Una Francia cartesiana y excesivamente razonable recibía una bocanada de aire fresco por medio de un Principito dibujado en el alma de uno de sus insignes aviadores. Hoy, la Europa cansada y triste ("la de los viejos parapetos") clama por que un niño aparezca en el desierto. No sólo Europa está agotada, también los EE.UU. y nosotros, que queremos crecer hasta llegar a ser tan razonables como ellos, estamos sintiendo ese agotamiento. Necesitamos la visita de un niño. ¿Dónde aparecerá?

Hay que seguir esperando, como Saint-Exupéry. "Espera y hallarás lo inesperado", dijo hace mucho tiempo el niño Heráclito, en la infancia del pensamiento. No hay que tener miedo a que nuestros aviones queden en pana en el desierto. Cuando fallen nuestros instrumentos de vuelo y zozobren nuestras viejas brújulas, hay que aceptar que estamos perdidos. Cuando eso suceda, dejémonos caer -como el aviador extraviado- en un profundo sueño, para despertar sólo cuando escuchemos una "divertida y pequeña voz" que nos diga: "Por favor, dibújame una oveja".

lunes, 26 de mayo de 2008



Les presento a mi perro "LUCAS", modelando la ultima moda perruna.
Espero que le guste.

domingo, 25 de mayo de 2008

Entrenamiento




Aca estoy entrenando, para cuando sea grande poder pertencer a los grupos de elite o asalto, y sino me aceptan para asaltar un banco y comprarle un regalo a mi Papi, total soy inimputable.

sábado, 24 de mayo de 2008

Aunque es de noche

Cristián Warnken
Jueves 20 de Marzo de 2008
Me permito compartir con ustedes el dolor de un gran padre, con la enteresa de escribir a su hijo por más de tres meses una vez que el ya no esta con nosotros.

Aunque es de noche

Amado hijo: te tengo una noticia muy importante: hoy, a las 2.48 de la mañana, comenzó el otoño. El sol se trasladó del hemisferio sur al norte, cruzando la línea del Ecuador. Ha llegado la estación más hermosa a esta bella ciudad envenenada. Los liquidámbares y los gingos estallarán con su euforia de árboles extranjeros trasplantados aquí. Ojalá abril no sea el mes más cruel, como dijo un poeta de otro hemisferio, sino el más sabio, el que nos enseñe una y otra vez que las hojas tienen que caer para hacerse humus, y que en todo ocaso o final late una remota esperanza. Pisaré todas las hojas posibles por ti, y contigo meteré mis zapatos en todos los charcos de agua, como el niño que nunca debí dejar de ser, me detendré a recibir en la cara todas las brisas de la estación. Nos lo dijo Bob Dylan, quizás el último bardo del norte, en su visita: "La respuesta está soplando en el viento". Valió la pena ir a su concierto, a pesar de la pena, sólo para escucharlo decir otra vez: "The answer, my friend, is blowing in the wind".
Hijo: a veces te siento en el viento, a veces te respiro en el aire de la tarde, cuando todos los niños ya están en sus casas comiendo o preparándose para dormir. Yo ya no espero nada de las imposibles y gastadas preguntas, los "porqués" o "para qués". En tu ausencia, sólo puedo balbucear un "entonces", a lo más un "tal vez".
En el hemisferio norte se espera el fin de la cuaresma con la llegada de la primavera; a nosotros nos toca celebrarla con el otoño. En este fin del mundo, es menos obvia, más interior la coincidencia entre los ciclos de la tierra y ese rito. ¡Y aquí, donde te tocó nacer y morir, las hojas de los árboles nativos son perennes!
Hijo: ésta es la última vez que hablaré de ti a los otros. Ha llegado el momento de que este duelo se eclipse, como uno más entre los millones de duelos anónimos de la multitud de los que siguen alentando pasos sobre la tierra.
Yo -antes de tu partida- creía con un filósofo francés que "el infierno son los otros". Esos miles de correos de los lectores que postearon en los blogs -como rescatistas espontáneos- para tendernos una mano muestran que tiene más razón tu hermano Alonso que Jean Paul Sartre. Él nos contó -apenas partiste- que te habías aparecido en un sueño para decirle: "Dile a mi mamá que no tenga pena, porque la amaré siempre en el corazón de toda la gente".
¿Qué sería de nosotros sin el corazón de los otros? ¡Porque Dios ha callado como un padre ausente y nos ha abandonado a la insoportable sensación de la nada! Son los otros -nuestros hermanos huérfanos- y no Él, nuestro padre, los que hicieron un arca para que no naufragáramos en este mar de lágrimas.
Clemente: ya estás en el corazón de los miles que nos escribieron y regalaron las "extrañas flores del consuelo". Ésas que brotan y crecen lejos del ruido y la furia, "en las holladas praderas de nuestra pobreza".
Hijo: hace más de dos mil años, otro hijo, pero que se decía hijo de Dios, moría, y sus discípulos repartían a todos los vientos la certeza de su resurrección. ¡Yo cambiaría mi propia resurrección -si pudiera, ahora mismo- sólo por abrazarte otra vez!
Hijo: ¿es esa promesa verdad, o el consuelo más extraordinario y hermoso inventado por el hombre para calmar el insoportable dolor del mundo? ¿Nos reencontraremos algún día -hijo y padre pródigos-, o nos disolveremos como una hoja más en el otoño cósmico? Hijo: ¡sólo tú puedes decírmelo al oído, como cuando me contabas un secreto cuando jugábamos! ¡Hagamos trampa esta vez y dime la verdad!: esperaré el otoño, la primavera y todas las estaciones que sea necesario para recibir tu respuesta.
Esperaré que me la traiga el viento. Esperaré como te esperamos nacer. Para nacer de nuevo. Aunque es de noche.

domingo, 20 de abril de 2008



LES PRESENTO A MI ACTUAL PROFESORA

ELLA ES KARENS GUTIERREZ.

( Gracias por la entrega incondicional que todos tienen con nuestros hijos )

sábado, 19 de abril de 2008

Me parecen conocidos estos personajes



SI NOS PUDIERAMOS TRANSFORMAR EN PERSONAJES ANIMADOS, CON BENJAMIN ESTOY SEGURO QUE NOSOTROS SERIAMOS MOWGLI Y BALOO, HACIENDO TONTERIAS TODOS LOS DIAS Y SIENDO FELICES A MAS NO PODER. PORQUE LO MAS VITAL, LA VIDA LO DARA.

Angeles en nuestras vidas.

MARTINA




ANGELES QUE EXISTEN EN NUESTRAS VIDAS, QUE MUCHAS VECES NO NOS DAMOS CUENTA QUE LO SON.

martes, 15 de abril de 2008

Corso: Aniversario de La Serena 2007










Aca està el PRINCIPE SOLO, porque no lo acompaño la Mamà, ni el Papà, por trabajo, pero igual estuvo acompañado de Laly, Jo y Viole, pero igual segùn el era el Principe Solo.

Licenciatura 2007, Kinder Colegio Pierrot

CURSO COMPLETO
GRACIAS POR TODOS A LAS TIAS, TRIXIA, DIAMY Y KARLA, de Benjamin
EFECTOS ESPECIALES, BURBUJAS DE JABON.

Algunos de mis compañeros de Licenciatura Kinder Colegio Pierrot

JORGITO
MATIAS

FRANCISCA
MARTIN

Benjamin en Pijama, dandoselas de modelo















¡Me queda un poquito largo, siempre me compran las cosas creciditas!

Fotos en Jardin My Little Prince.





Haciendo el loco para alguna de las actividades del jardin de Benja.

Algunas fotos de mis vacaciones en Punta de Choros











POBRE POBRE! TODO UN ROCKSTAR

Estas fotos corresponden vacaciones en Punta de Choros, junto a mì familia, donde salgo tomando helado es Caleta Chañaral y la ùltima, una tarde de pesca con la abuela Laly.

Estas fotos son cuando cumplì 6 años.



La primera foto es con un gato que ya no exsite, que era de mi tia Jo, la segunda con mi prima Ignacia y la ùltima con Mì Papà.